La escalera de la agresión.

La invasión del espacio personal es algo que nosotros humanos comprendemos muy bien cuando se trata de nuestros similares pero que tendemos a olvidar cuando estamos en compañía de otros seres vivos. Los animales toman muy en serio su espacio personal, a muchos les puede costar la vida no protegerlo y suelen conceder permiso sólo a componentes de su grupo familiar o social.

En el caso de los animales domésticos la respuesta a esta invasión ha quedado, en general, inhibida por la domesticación, y la agresión por defensa no suele ser la primera opción. Los animales utilizan una serie de señales a través de su lenguaje corporal para comunicar su incomodidad, a menudo son ignorados, estos mensajes tratan de resolver la situación sin recurrir a un mordisco o a un picotazo: alejarse, dar la espalda, girar la cabeza, relamerse, bostezar, etc. Si estas señales no son bien interpretadas, dejarán de utilizarse y serán substituidas por gruñidos o en los peores de los casos por mordiscos sin aviso.

escalera agresion perros

Nuestra equivocada interpretación o desconocimiento en comunicación animal y nuestro afán de demostrar afecto (al estilo humano) a nuestros compañeros pueden generar situaciones de conflicto donde los animales reaccionan según su genética y experiencia. Si no conocemos las características y comportamiento de las especies con las cuales convivimos es mucho más probable que se verifiquen accidentes por falta de comprensión.

A menudo oigo comentarios de dueños de perros que afirman que sus peludos se dejan manosear sin problema y nunca se quejan de sus abrazos o achuchones. Tolerar ciertas situaciones no es equivalente a que te gusten. Si de verdad queremos a nuestros animales debemos entender que respetar su espacio y limitar nuestras demostraciones de afecto es fundamental para una buena convivencia. A nadie le gusta que se le bese o se le abrace cada dos por tres!

Si además tenemos en consideración que los que están más expuestos a mordiscos son los niños, por tamaño, inexperiencia y manera de moverse, resulta aún más importante educarles al respeto de los animales y enseñarles como se comunican. Cuando hablamos con niños sobre como demostrar afecto a un perro siempre recomendamos no dar ni abrazos ni besos y les enseñamos a ponerse en la piel del animal y valorar a través de las señales de comunicación si de verdad le gusta o no al perro.

petsy_mxObviamente la responsabilidad de que todo transcurra en armonía, siempre es de los padres o de los adultos presentes. La culpa no es del niño ni del perro, en la mayoría de los casos falla la supervisión y el conocimiento de las formas de comunicación de nuestros animales.

Si logramos enseñar a las futuras generaciones que querer a los animales quiere decir respetarlos como tales y empatizar con ellos, es decir tratarlos como lo que son y no como humanos pequeños, estaremos contribuyendo a la formación de individuos que sabrán relacionarse mejor no sólo con los animales sino también con los otros seres humanos.

A continuación os dejamos unos enlaces relacionados con este tema. Esperamos sean de vuestro interés!

http://www.doggonesafe.com/

http://www.thebluedog.org/

http://familypaws.com/

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