Al adquirir un animal de compañía aceptamos implícitamente que nuestra vida cotidiana se modificará, es parte de nuestra elección. Desde el primer día y hasta el último de su vida o la nuestra, lo que pase primero, dedicaremos una parte de nuestro tiempo a la convivencia con nuestro nuevo compañero, así como a las tareas para mantenerlo en condiciones apropiadas como la preparación de su dieta o la limpieza de sus espacios, por mencionar algunos. Disponer de nuestro tiempo, no será el único cambio en nuestra cotidianidad, también es imprescindible asumir que el alojamiento para nuestra ave será nuestra casa y por ello debemos adaptarla para albergar adecuadamente a nuestro emplumado amigo.

Sin duda, no existe una jaula lo suficientemente grande para que un ave pueda vivir toda su vida dentro de ella, también es cierto que, para su seguridad, no podemos dejar a nuestros loros sueltos por casa cuando estamos fuera. Así que, necesitamos al menos tres espacios preparados para nuestro loro dentro de casa:

1. Alojamiento principal: Esta instalación será el lugar donde nuestra ave pase la mayor parte de su vida, es por ello que debe ser lo más grande y bien acondicionada que podamos. Sus requisitos básicos son que nos permita mantener a salvo a nuestro loro y que al mismo tiempo le proporcione oportunidades diversas para expresar su comportamiento natural y sentirse confortable. Algunas opciones de alojamiento principal son habitaciones, voladoras exteriores o voladoras interiores. Las jaulas convencionales difícilmente cumplen los requisitos básicos para el bienestar de las aves.
2. Parque de juegos: Será la estancia dispuesta, a nuestro compañero emplumado, fuera de la jaula y de preferencia no contigua a ésta. Aquí podrá desarrollar habilidades físicas y mentales y compartir con nosotros cuando estamos por casa, sin el riesgo de que rompa o ensucie nuestros muebles. Los requisitos básicos para un parque de juegos son que sea alto o lo coloquemos en lo alto y le proponga pequeños desafíos de desplazamiento para obtener recompensas. Siguiendo este enlace encontrarás algunas opciones.
3. Bandeja de forrajeo: Es un espacio preparado para compartir tiempo de calidad con nuestra ave y familia. Gracias a sus dimensiones es muy portable, fácil de limpiar y preparar nuevamente. A los loros les encanta porque en ella pueden desarrollar una de sus conductas más importantes, se llama forrajear y se refiere a la búsqueda, la exploración, la selección y la manipulación del alimento y/o sustrato, es decir, es lo que harían en vida libre para conseguir su alimento. También se denomina conducta alimentaria. Los requisitos básicos de este espacio son que se coloque en un sitio donde el ave se sienta cómoda y sea parte del grupo familiar. Y el contenido debe ser variado y modificarse al menos una vez por semana. En este enlace puedes saber más acerca de su preparación y obtener ideas para alternar ingredientes.

Una consideración importante para el alojamiento apropiado es que las dimensiones no son lo único que cuenta. Tan importante como el tamaño es la complejidad del interior. Tradicionalmente se han tenido jaulas con uno o dos perchas que desde la perspectiva humana son mejores porque transmiten amplitud y pensamos que es lo adecuado para que las aves puedan volar. Sin embargo, ninguna jaula tiene las dimensiones suficientes para que un loro pueda cumplir sus requerimientos de vuelo, en consecuencia, este modelo de alojamiento los priva de oportunidades para usar el muy limitado espacio disponible. Sigue este enlace para conocer la mejor forma de acondicionar el interior del alojamiento principal de tu loro.

Si tu loro ya tiene estos espacios, ¡bien hecho! seguro que la convivencia en casa es genial. En caso de que te falte alguno de ellos, ya lo sabes, así que ¡manos a la obra!. Si tienes dudas o necesitas asesoría profesional puedes contactarnos siguiendo este enlace.