¿Cómo entrenar a mi loro para limarle las uñas?
Como compañeros responsables de un loro, queremos garantizar su óptimo estado de salud así como proveerle la mejor estimulación física, mental y social. Así que, aquí les proponemos una alternativa que nos permitirá cumplir satisfactoriamente ambos objetivos.
El entrenamiento con refuerzo positivo para limar las uñas de nuestro loro sin la necesidad de contenerlo física o químicamente -en caso de acudir al veterinario- reduce completamente los riesgos asociados al estrés ocasionado por la inmovilización. Por otra parte, mejora considerablemente los vínculos de confianza con las personas.
El crecimiento de las uñas en los loros es constante, colocar unas cuantas perchas limauñas en alguno de sus espacios permitidos puede ayudarnos a mantener las uñas cortas y romas. En caso de que el crecimiento sea excesivo o bien, que las uñas estén tan puntiagudas que nos lastimen la piel al tenerlos con nosotros, entonces deberemos limarlas tal y como hacemos con las nuestras.
La mejor opción es comenzar este entrenamiento desde temprana edad, de tal manera que el loro pueda aprender que este manejo es parte de su vida cotidiana. Esto no quiere decir que no podamos comenzar con un loro adulto. Aunque probablemente necesitaremos un poco más de tiempo para alcanzar los resultados esperados.
Los loros aprenden rutinas. Si nosotros repetimos las mismas actividades todos los días a la misma hora, entonces nuestro lorito sabrá qué esperar. Cuando una actividad se repite periódicamente, se aprende como un evento que ocurre en la vida cotidiana y no como un evento inesperado asociado a una amenaza.
Como en todo entrenamiento animal, el ritmo en el avance de las aproximaciones lo determinará cada loro; seamos pacientes y muy observadores del lenguaje corporal de las aves, pues si no se sienten cómodas rechazarán esta actividad y no podremos avanzar. No es necesario limar las ocho uñas en una sola sesión, es más, podríamos dedicar un par de sesiones para cada uña. Lo más importante es que el loro participe voluntariamente en todo momento.
Para poder entrenar esta actividad, necesitamos que nuestro loro sepa ya algunas rutinas como: salir y entrar a su jaula sin forzarlo, subir a nuestra mano y permanecer quieto en un posadero cómodo el cual utilizaremos como percha de entrenamiento.
Una vez que hayamos establecido el sitio y la hora que destinaremos exclusivamente al entrenamiento, comenzaremos dividiendo en pequeñas aproximaciones lo que queremos entrenar, que en este caso será que permanezca quieto mientras limamos las uñas. No es indispensable que en la misma sesión terminemos de limar al máximo. Además, si convertimos esta actividad en una rutina cotidiana, el crecimiento de las uñas estará controlado y será prácticamente un ejercicio de prevención y entretenimiento.
La división en pequeñas aproximaciones podría segmentarse de la manera siguiente:
1. Quieto en el posadero.
2. Quieto haciendo contacto visual con la lima, que cada vez está más cerca de él pero que no llega a tocarlo.
3. Quieto mientras la lima hace contacto físico con los dedos.
4. Quieto mientras tomamos con una mano el pie y con la otra limamos las uñas, una a la vez. Avanzaremos en este paso paulatina y progresivamente en tiempo e intensidad del limado.
Comenzaremos por darle el comando (diremos «quieto») a continuación, acercaremos la lima a sus pies y antes de que él se mueva le diremos «bien» y finalmente le daremos su merecido premio. Poco a poco iremos acercando más la lima hasta que podamos tocar sus pies con ella. Y así, progresiva y paulatinamente, alcanzaremos la meta de limarle las uñas.
Es importante que no forcemos en ningún momento a nuestro lorito y que en cada repetición lo recompensemos para que siempre asocie este manejo con algo positivo.
Solo podemos avanzar de la aproximación 1 a la 2 cuando la primera se realiza siempre perfectamente. Y la misma norma debe prevaler en los otros avances.
La duración de cada sesión y la frecuencia entre una y otra dependen de nuestras posibilidades y de la atención que nos preste el loro. Es importante concluir siempre la sesión antes de que nuestro compañero pierda interés en lo que estamos haciendo. Si en cada sesión nos apegamos al método, es decir, que llevamos a cabo la sesión en el mismo sitio y entrenamos una a una cada aproximación de cada ejercicio hasta que el loro adquiera el aprendizaje y utilizamos adecuadamente la técnica (premiando únicamente los comportamientos deseados y actuando paciente y disciplinadamente durante cada sesión), tendremos más y mejores avances aunque las sesiones no sean diarias. Esto implica que entrenar a diario con mala técnica es trabajo en vano. Los avances en el entrenamiento dependen tanto de la capacidad del lorito, como de nuestras habilidades y técnica como entrenadores, y también de otros estímulos externos.
El entrenamiento con refuerzo positivo tiene beneficios extras para el bienestar de nuestro loro, por ejemplo: fortalece vínculos de confianza, le brinda terapia ocupacional y sobre todo le permite tomar decisiones sobre su entorno.
También les compartimos este video, donde les mostramos las aproximaciones a seguir.
¡Ahora es tu turno! entrena, grábate y compártenos tus sesiones de entrenamiento. Puedes enviarnos tus videos a: info@yolcati.es / el face de Yolcati
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